domingo, 14 de octubre de 2012


¿Qué pasará…?



 

Durante mi vida siempre he tenido una pregunta en mente. ¿Por qué a las personas que  siempre tratan de hacer lo correcto y cumplir con lo estipulado por la sociedad el destino o “Dios” nunca esta de su lado?. Eso es lo que me pasó, en una etapa en la que creía que estaba haciendo las cosas bien y sobre todo que  no afectaba a nadie.

A lo largo de mi vida siempre he sido una persona común,  o como se dice actualmente un persona “x”. He cumplido  lo mejor que puedo con lo que la sociedad me pide; tengo todos los logros que la mayoría de las personas también han obtenido, ya  sabes: certificado de primaria, secundaria y preparatoria.  En este momento estoy por dar un gran paso que podría cambiar mi vida;  el examen para el ingreso a la universidad.   


Durante este tiempo he estado estudiando mucho, pero sin dejar atrás mis demás actividades; como la escuela y el apoyo en los deberes de mi casa. Aunque algo preocupante  me ha estado pasando.  Durante los últimos meses mi ánimo y energía para realizar mis actividades no han sido los mismas; tal vez sea algo de mi edad, algo temporal  o tal vez algo de cansancio; pero  espero que esto  cambie rápido. No quisiera que pasara algo que cambie mis planes de entrar a la universidad.

Luego de tanto estudiar a llegado el día del examen universitario; mis inconvenientes de salud  no han mejorado, ahora sean complicado y hasta han empeorado con vómito continuo y falta de apetito. Le platico a mi mamá lo que me está pasando y los dos creemos que deben ser nervios por el examen. Ella me dice: “Ya veraz que después de que hagas el examen y veas que te aceptaron todo mejorará, no hay  nada de que preocuparse”. Sus palabras siempre me tranquilizan no puedo desconfiar de lo  que ella me dice,  la amo mucho.

Durante la aplicación del examen todo va bien, con un terrible dolor de cabeza pero seguro pasará después de que acabe con esto, que me ha mantenido presionado y preocupado.

Cuando salgo del examen mi hermana está esperando a que salga, sé que siempre puedo contar con ella y con todos mis hermanos, somos una gran familia.  Ella está preocupada por mi salud,  yo le digo que no hay de que preocuparse, que debe de ser por la presión que he tenido últimamente y  que después de esto todo volverá a la normalidad.

De regreso por  el metro Insurgentes, todo comienza a darme vueltas, me falta la respiración y mis piernas pierden fuerza. Después de eso no sé que fue lo que me pasó,   cuando logro abrir los ojos mí hermana se encuentra muy preocupada; lo noto por su forma de mirarme. Exaltada me pregunta ¿Cómo te sientes?, ¿Deseas ir a un hospital?. No pasa nada yo la tranquilizo y le pido que nos retiremos, que prefiero  ir a casa.

En mí casa no me siento mejor, tal vez necesite descansar, nada que un buen sueño no mejore; anhelando que mañana  todo esté mejor   

 

 


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